Precarias condiciones de educación, salud e infraestructura pública en la comuna y mala gestión financiera del municipio, son algunas de las denuncias, además de exigir la salida inmediata de algunos funcionarios municipales y demandar información sobre los dineros provenientes del negocio hidroeléctrico y sus usos.

A eso de las 4 de la mañana de este miércoles 27 de noviembre, dirigentes e integrantes de las comunidades de Trapa Trapa, Malla Malla, Cauñeku, Pitril, Kallak y Butalelbun ya se preparaban para trasladarse hasta el municipio de Alto Biobío, tras decidir colectivamente manifestar su descontento ante la gestión del alcalde saliente, Nibaldo Piñaleo (ex PPD).

Según los dirigentes, son muchos los años de malas prácticas. Tres periodos consecutivos de Piñaleo que han dado muestra de la falsa promesa de que sus condiciones de vida mejorarían luego de la instalación de los distintos proyectos hidroeléctricos en esta zona cordillerana de la región del Biobío.

Pasadas las 9 de la mañana, cerca de 60 personas hicieron ingreso pacífico al municipio y esperaron a que se diera inicio al penúltimo concejo municipal del año.

Ya en la instancia, cerca del mediodía, Elías Tranamil Tranamil, representante de la comunidad de Trapa Trapa leyó ante el concejo municipal la declaración pública en la que las comunidades pehuenches acusan a Nibaldo Piñaleo de una mala gestión de recursos y de las precarias condiciones en que se entregan los servicios municipales de educación, salud e incluso infraestructura pública.

Expresar nuestro profundo malestar y descontento por la situación crítica que atraviesa nuestra comuna, debido a la actuación de ciertos funcionarios municipales quienes no sólo carecen de la identidad pehuenche que define y caracteriza a nuestra comunidad sino que están incurriendo en prácticas abusivas y fraudulentas que afectan gravemente al bienestar colectivo de los habitantes de Alto Biobío”, sostuvo Tranamil.

Además, en la declaración, las y los pehuenches identifican a ciertos funcionarios que según su parecer no debieran continuar en el próximo periodo de administración municipal, que será comandado por el alcalde recientemente electo Félix Vita Manquepi.

En ese sentido, increpan directamente a Nibaldo Piñaleo para que los funcionarios Cristian Castro, Edison Cerda, Javiera Ravanal, Mónica Aguayo, Víctor Pesoa, Víctor Rosas, Jaime Flores, Jorge Contreras, Raúl Cerda y María Cristina Medina, no permanezcan en sus funciones, ya que “su falta de vínculo genuino con la cultura, historia y territorio pehuenche los ha llevado a una gestión errática, distante e ineficaz”, según versa la declaración. 

Por su parte, consultado por Ad Kimvn, Fermín Tranamil, werken de la comunidad de Trapa Trapa, señaló que la movilización pehuenche se inició desde un acuerdo adoptado de forma colectiva: “Nosotros llevamos un nvxam con un Concejo de Lonkos que se realizó en Cauñeku. Nuestro rakizuam se debe a las deficiencias y malas prácticas, en que los recursos que se generan en el municipio no están bien ejecutados en las comunidades: la falta de caminos, de educación, de salud o que la población adulta mayor esté prácticamente abandonada, nos llevó, con el apoyo de los lonkos a organizarnos como territorio pehuenche”, apuntó Tranamil.

En ese sentido, Mónica Vita del Lof Butalelbun enfatizó en las precarias condiciones que deben enfrentar algunas personas en la comuna: “Es impresionante que, en pleno 2024, aún haya gente de tercera edad conviviendo con sus caballos en una misma casa, que su galpón sea usado como dormitorio”. Además, Vita detalló que en términos de infraestructura pública la gestión del municipio ha sido muy deficiente, al nivel, incluso, de poner en riesgo la vida de los habitantes de Alto Biobío.

“Otra de las falencias que hay en la comuna, además de los malos caminos, es el tema de los puentes. En nuestro sector tenemos un puente, supuestamente nuevo, con unas basas partidas, con unos palos atravesados amarrados con alambres. Ahora no tenemos ninguna otra posibilidad que pasar por ese puente malo, ya que el río está crecido y no se puede atravesar en vehículo”, describió Mónica Vita.

El negocio hidroeléctrico en Alto Biobío versus el empobrecimiento de las comunidades

La zona de Alto Biobío fue conocida a nivel internacional a partir de la década de los 90 por la lucha de las comunidades pehuenche, en general, y de las hermanas Quintreman, en particular, en contra de la instalación de los proyectos hidroeléctricos de Enel (ex Endesa).

A pesar de las innumerables acciones y el apoyo de distintas organizaciones nacionales y extranjeras, dos megaproyectos se instalaron con la venia de las autoridades de la época. Primero, la Central hidroeléctrica Pangue, aprobada en 1990 y luego la Central hidroeléctrica Ralco, que fue aprobada en 1997, bajo el gobierno de Eduardo Frei. Ambas inundaron miles de hectáreas, obligando a sus habitantes al desplazamiento y generando un incalculable impacto espiritual, medioambiental y económico en las comunidades mapuche pehuenche. 

Si bien, en 2003 se estableció el llamado Acuerdo de Solución Amistosa a partir de una petición interpuesta por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH; entre de las medidas adoptadas, existe una serie de incumplimientos del Estado chileno, como el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas existentes en Chile y la no realización de nuevos proyectos en Pangue y Ralco.

Justamente, 10 años después de ese acuerdo se construyó una nueva hidroeléctrica en Santa Bárbara, llamada Angostura de la empresa Colbún. Ese mismo año, en 2013 falleció Nicolaza Quintremán, cuyo cuerpo fue encontrado en el lago artificial de la hidroeléctrica Ralco.  

Al respecto, Pedro Paine, de la comunidad de Butalelbun y werken de Alto Biobío, explicó a Adkimvn que si bien en la zona existen 3 centrales hidroeléctricas que intervinieron el río Biobío, las ganancias económicas que generan empresas como Enel no se ven reflejadas en la comuna.

Los recursos que generan las hidroeléctricas no se han visto en la realidad de las comunidades, por eso queremos pedir una auditoría sobre este tema, anualmente se entregan 600 millones (al municipio)”, expresó el dirigente.

Paine agregó que esperan tener una cuenta real acerca del dinero que, supuestamente, aportan estos proyectos hidroeléctricos a la comuna y el detalle de su uso.

“En nuestra experiencia, desde la rivera del Queuco, nunca apoyamos esos proyectos, porque lamentablemente las ganancias sólo se las llevan ellos, pero eso no se ve en cuanto a las familias que dieron sus tierras para que se hicieran estos mega proyectos, las lucas se las llevan a otra parte, en el caso de Enel a Las Condes. Por eso es que al nuevo edil le exigiremos una reunión para saber cuánto es el aporte que ha hecho Enel en la municipalidad de Alto Biobío”.

Acuerdo

Finalmente, tras un extenso concejo municipal, conducido por el concejal Luis Manquepi, donde los dirigentes pudieron expresar sus preocupaciones y demandas, se llegó al acuerdo de que el próximo 2 de diciembre las y los representantes de las comunidades pehuenche asistirán nuevamente al municipio de Alto Biobío, para revisar qué acciones tomará el aún actual alcalde en ejercicio, Nibaldo Piñaleo, para resolver las exigencias presentadas y que los funcionarios denunciados sean despedidos.

Al mismo tiempo, los dirigentes anunciaron que continuarán ejerciendo presión ya sea a nivel comunal, como regional e, incluso, a través de eventuales gestiones ante la Contraloría General de la República.

 Vía Adkimvn.cl

Mira el video con las declaraciones de los dirigentes pehuenche