Este miércoles 28 de agosto, a las 19:00 hrs. en Casa Prochelle, en la ciudad de Valdivia; se realizará el lanzamiento de “El Árbol de la Sabiduría”, nuevo libro de Rubén González Lefno, autor valdiviano, quien posee una vasta trayectoria, en la cual destacan sus más de diez libros de cuentos, novela e investigación de cine, a los cuales debemos sumar ocho antologías de poesía juvenil.

A este autor valdiviano, el Fondo   Nacional del Libro lo ha reconocido al adjudicarle en tres oportunidades la Beca de Creación Literaria. Además, ha participado en diversas ferias de libros en diferentes regiones del país, así como en el extranjero y fue el creador de la Feria del Libro de Valdivia y durante 25 años participó en su organización.

En el año 2021, González Lefno fue incluido en la “Antología Mundial de Escritores en Cuarentena”, la cual reúne a escritores de los cinco continentes. Recientemente,  la  Corporación Letras de Chile -en el marco de los 50 años del golpe cívico militar- lo incluyó en la gran antología “El Tejido de la Memoria”, publicado hace una semana en versión digital, la que reúne obras de 50 autores chilenos.

Según Sergio Mansilla Torres, en El Árbol de la Sabiduría de Rubén González Lefno “el lector hallará en este libro relatos que nos ponen de frente ante el drama o la tragedia de esas vidas que no brillan sino en sus pequeños mundos conformados por los perdedores de la historia, cuyos destinos revelan una brutalidad sistémica que ha convertido a las personas en víctimas por el solo hecho de existir”

A continuación les dejamos un fragmento de el cuento “Lejos del placer de los dioses”:

“Transcurrieron meses y años. Jamás hubo certeza sobre la suerte del padre, ahora convertido en una imagen inmóvil en fotografías familiares. Una figura que no envejecía congelada sobre la mesa.

-Soy el hijo de aquel que usted entregó hace años en la vivienda cerca del estadio, al que jamás volvimos a ver mi madre y mis hermanos. Su amigo del alma- como le decía.

El hombre palideció aturdido por la sorpresa. Durante los años transcurridos cada episodio se había venido diluyendo junto con su condición de colaborador con el régimen para acceder a oportunidades antes inimaginables, desde el pequeño local en el que ofrecía pan, papas fritas y cerveza, hasta la culminación en este restaurante frecuentado por aquellos señores de civil, algunos de los cuales había llegado a convertirse en nuevos amigos del alma.

Con una mezcla de asombro e instinto de vida quiso reaccionar intentando agacharse tras el escritorio, pero los disparos lo derrumbaron sobre el piso.”