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Los días sábado 30 y domingo 1 de diciembre se realizó en la comuna de la Cisterna el Encuentro Aguante la Vida, espacio convocado y organizado por el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales – OLCA, que reúne organizaciones socioambientales de todo el país.

– Cerca de 50 organizaciones de Atacama hasta Coyhaique, participaron este fin de semana en una reflexión y problematización colectiva sobre los modos en que los territorios pueden frenar el avance del extractivismo, entendiéndolo como un modelo de viejo desarrollo que representa pan para hoy y hambre para mañana y que ha depredado las culturas, el agua, la vida y los ecosistemas.

 


La jornada recogió el testimonio de lucha de múltiples localidades de Chile que defienden su derecho a seguir viviendo como saben vivir. Termoeléctricas, represas, embalses, megaminería, forestales, agricultura química intensiva, planteles agroalimentarios, son parte de las amenazas que se ciernen sobre los territorios y que están dando cuenta de que es urgente transitar de la ideología del crecimiento a la apuesta por el buen vivir, por el desarrollo integral a escala local.

Si bien sobran razones para lamentarse frente al abuso sistemático y normalizado que está a la base de la crisis socioambiental que se vive en Chile y en el continente, el Encuentro se vio impregnado de proactividad, creatividad, afecto y protagonismo colectivo, entendiendo que nadie defiende lo que no ama y que para amar lo primero es valorar la abundancia de nuestro entorno y de los ecosistemas que nos cobijan.

Lucio Cuenca, director del OLCA, señaló que “la fraternidad y la confianza entre comunidades, que llevan algunas más de 10 años amenazadas de muerte en contextos de brutal asimetría, demuestran que es realmente la vida la que nos anima y fortalece cada día, y es desde ahí que confrontamos la cultura de muerte que nos quieren imponer los grupos económicos y los ideólogos del extractivismo que llevan décadas prometiendo desarrollo y que solo han traído espejitos de colores y devastación.” Cuenca añadió, que se dieron pasos importantes en términos de planificar considerando el contexto del 2014, estar atentos al proceso constituyente, mirar el mundial de fútbol, analizar lo que significará Bachelet en el gobierno, etc. “Desde aquí construimos una agenda común, la que augura que seguiremos movilizándonos, encontrándonos y nutriéndonos en miras a defender y recuperar el agua para la vida de las personas y de los ecosistemas”.

La agenda a la que se refiere Cuenca, cuenta con hitos como el 22 de marzo, en que se acordó realizar una movilización multiregional, preparando motores para el 19 de abril en que la convocatoria será a Santiago, desde todos las regiones, para como en abril de este 2013, irrumpir en la capital con el grito urgente por la vida y la derogación de todos los mecanismos que han entregado nuestra agua al mercado, separándola de la tierra. En noviembre se acordó un encuentro por el Buen Vivir en el Valle del Huasco, que pretende congregar a las miles de personas y comunidades que están desplegando esfuerzos para recuperar el valor de la vida sencilla, cultivar la soberanía en medio del modelo de dependencia que ha impuesto la globalización, valorar el conocimiento de los abuelos y las abuelas e intercambiar las experiencias de resistencia territorial.