Marcha Día de la Resistencia Indígena Santiago

Dicen que fuimos cerca de 15.000 los que nos autoconvocados este sábado 12 de octubre en Santiago para reafirmar esta promesa de recuperar el vínculo con la tierra y la armonía. El llamado hecho por los pueblos indígenas hizo sentido, y cada vez más, en diversos grupos que sienten como propio la invitación a defender los territorios de tanta depredación. Se mostró el descontento, la rabia, la indignación y el dolor de generaciones, pero también el camino que se abre de alegría, hermandad y complementariedad en la aparente diferencia. A pesar de la fragmentación que impone el capital, se hacen patentes cada vez más espacios de fracturas en los que es posible tanto la recomposición de nuestras culturas ancestrales, como de búsqueda de un nuevo vínculo para la convivencia en la ciudad.

Pasando por el cerro Huelén oímos a una lamngen decir: esta marcha no es sólo del pueblo mapuche, es de todo el pueblo pobre. Esa mujer nos recuerda que las invasiones y saqueos no son solo en las comunidades rurales del sur de Chile, así como nos hace pensar que los depredadores no son sólo de traje del ejército colonial español, los uniformados del naciente Estado de Chile, las Fuerzas Especiales de Carabineros, los grandes empresarios y su devastador sistema económico. El hambre voraz y domesticador está presente en nuestro diario vivir, así como esas fuerzas no son ajenas a nuestras propias polaridades, por lo que hay que mantenerse alerta y vigilante.

Seguimos caminando, mirando a un lado y a otro. Los afiches de “Serigrafía instantánea” resumen distintas formas de mirar y entender lo que nos está ocurriendo. Pensamos en los días previos donde prepararon todo esto, esta intervención para remarcar la ciudad, coparla momentáneamente de palabras e imágenes profundas y claras. La sencillez técnica se opone a los grandes y marquetiados avisos publicitarios que tanto abundan en el centro de la capital. Estos afiches pueden ser un mensaje en la botella para cautivar a quien sólo pasea y observa Santiago sin sumarse a este palpitar.

Vemos más adelante y es la banda ChinChin tirapié baila y baila pese al calor, contagiándonos a tod@s. Ellos seguro también planearon su participación en este espacio de encuentro. Unos llevan agua para compartir, otros tocan sus instrumentos, todos sentimos que ya hay una primavera brotando en nuestros cuerpos. Los tinkus, los bailes gitanos, los trajes blancos que evocan a los guaraníes, los de no a los trangénicos, los de No Alto Maipo, los de gorro playero y lentes de sol, los coches con guaguas, los anarkos, los de la barra del Colo Colo. Todo son parte del compas, cada uno en su tono y vibración. Distintas expresiones para un mismo sentir, un espacio abierto por las comunidades indígenas donde caben muchos.

Esto nos hace también pensar y sentir que es posible más que escenificar una demostración de fuerza para ellos, generar una fiesta para nosotros, una alegría basada en el compartir. Se nos queda en la retina el cartel de Claudio que toma una frase de Eliucura Chihuailaf  “la lucha del pueblo mapuche es una lucha por ternura”. Y otro pensamiento que rondó nuestras cabezas en septiembre a propósito de los 40 años del Golpe de Estado, reflota remarcando que más que víctimas, ellos y ellas perdieron la vida dando la pelea para lograr una vida nueva digna y feliz.

Son parte de ese brillo actual ciertamente, quienes generosamente con sus coligues y piedras demoraron la invasión de los carabineros para poder hacer la ceremonia de cierre en el Parque Forestal, previniendo que no se repitiera lo del año pasado. La autodefensa es también parte del ejercicio para el reequilibrio de las fuerzas. Todas las culturas tienen expresiones violentas y bajo cualquier circunstancia hay escala de impacto.

Los lienzos, las palabras en el escenario al final son de denuncia, pero también para mandar energía y fuerza a los presos políticos, en especial a las autoridades ancestrales y espirituales que son encarcelados en una clara estrategia de debilitamiento. Mientras escuchamos a los werkenes de Temucuicui, nuevamente allanada violentamente tres días atrás, recordamos a los y las que defienden el espacio sagrado Kintuante en Pilmaiquén, entre los cuales está una joven machi que estuvo encerrada largos meses en la cárcel de cemento de Valdivia. También se recuerda al comunero mapuche Rodrigo Melinao, recientemente asesinado en Ercilla.

En apoyo al día de la resistencia indígena muchos y muchas nos sentimos llamados a seguir dando la batalla por existir. Todo esto nos trae el texto que estaba expresado en el lienzo que encabezaba la marcha “La Resistencia dignifica nuestro camino a la Libredeterminación”. Con todo cariño cerramos esta crónica diciendo: Estamos con ustedes, estamos en nosotras. Los invitamos a la vez que nos susurramos a nosotras mismas que hay que persistir en salir de los lugares cómodos que nos hace creer el sistema y hay que seguir caminando, observando y compartiendo codo a codo con aquellos que están luchando cotidianamente por un mundo más amable y amoroso. Estas marchas son sólo el reflejo de las redes invisibles que se han ido regenerando a lo largo y ancho del Wallmapu y del Abya Yala.

ESCUCHE AUDIO DE UNAS DE ESTAS INVITACIONES A SEGUIR MARCHANDO

 

Para más información sobre la actividad vea o escuche:

Nota Hispan TV

Nota Opal

12 de octubre: Miles de Personas marcharon por los Derechos Indígenas y Defensa de la Naturaleza

Foto del Cartelismo de propaganda de Serigrafía Instantánea 

Fotos de periódico Azkintuwe

Fotos Red de Medios Independientes

Fotos de OPAL

Nota elpuelche.cl de la Marcha en Valdivia

Valdivia: Con marcha por la resistencia latinoamericana culmina 3ra Asamblea de los Pueblos

Nota Radio Bío Bío sobre marcha en Valdivia

Fotos Marcha en Curarrehue